La salud de nuestros huesos es fundamental para nuestra salud y longevidad en general. Esta comprensión es especialmente importante hoy en día, porque hay muchas toxinas y contaminantes en el medio ambiente y la cadena alimentaria. Mantener los huesos y el tracto gastrointestinal sanos es el primer paso para mantener un sistema inmunológico saludable, que es vital para protegernos de las epidemias y pandemias que parecen estar al acecho en cada esquina.
Osteoporosis
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Osteoporosis: el vínculo poco conocido entre la salud ósea y la salud total
Los científicos a la vanguardia de la osteología (investigación ósea) están descubriendo que, además de la fortaleza inmunológica, la producción de células sanguíneas y la función del sistema nervioso, un sistema esquelético saludable también es esencial para la sensibilidad a la insulina, el metabolismo energético y el control del peso.
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Ácido lipoico
Dada la creciente epidemia de diabetes y sus devastadoras complicaciones, las estrategias naturales que respaldan un nivel saludable de azúcar en la sangre (glucosa) y protegen contra el estrés oxidativo ofrecen esperanza para muchas personas. El síndrome metabólico, una combinación de factores de riesgo como la resistencia a la insulina, la presión arterial alta, los triglicéridos altos y las lipoproteínas de alta densidad (HDL) bajas, aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades...
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Vitamina K2. Protección de la salud ósea y arterial con vitamina K2
Millones de personas toman suplementos de calcio para mantener huesos sanos. Sin embargo, pocos pacientes o médicos se dan cuenta de que optimizar la integridad ósea implica más que tomar un solo suplemento mineral. Un componente adicional crítico para la salud ósea y cardiovascular es la vitamina K2.
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Magnesio: Deficiencia generalizada con consecuencias mortales
El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo y es esencial para una buena salud. Aproximadamente el 50% del magnesio corporal total se encuentra en los huesos. La otra mitad se encuentra predominantemente dentro de las células de los tejidos y órganos del cuerpo. Solo el 1% del magnesio se encuentra en la sangre, pero el cuerpo trabaja muy duro para mantener constantes los niveles de magnesio en la sangre.